jueves, 30 de julio de 2009

Santiago Kovadloff

me sorprendieron a mi y al mate unas palabras geniales, pensamientos geniales... de un tipo que no conozco, nunca lo vi, pero me gusto tremendamente leer unos ensayos suyos...

ensayos de intimidad - Santiago Kovadloff

Prejuicios míos, principios propios

La idolatría, en todas sus gamas, es señal de mediocridad y no puede instalarse sino a expensas de un encuentro maduro. La mejor gratitud siempre se manifiesta de espaldas a la grandilocuencia y poco menos que en conmovido silencio, que es indicio, en este caso, de necesidades que el lenguaje no puede colmar.

El arte de la fuga

Lo concreto, cuando es excluyente, me aplasta. Sólo me siento a gusto como metáfora. Diría que no sé estar sino en dos sitios, por lo menos, a la vez. Cuando me imponen una sola dimensión, me ahogo. Lo inequívoco me paraliza, me empobrece, me mata de aburrimiento.




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El ensayista quiere, y tan sólo quiere, transmitir sus impresiones que son antes las de un hombre que las de un experto o un especialista.
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El ojo no hace, no puede hacer por el poema más que reconocer lo que éste exige para constituirse en materia de lectura. La voz, en cambio, si es la apropiada, le da al poema todo él necesita para florecer.

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